Los ingresos que generaba EMAPE para la Municipalidad de Lima,
administrando los peajes, eran más del 30%. Con ese dinero se hizo la
mayor parte de obras de infraestructura en la ciudad de Lima. Pero
ocurrió que a cambio de financiamientos ilegales, dos alcaldes:
LUIS
CASTAÑEDA y SUSANA VILLARÁN, deciden entregar a 2 empresas privadas la
adminsitración de estos peajes, quitándole a la ciudad sus ingresos.
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