jueves, 23 de octubre de 2014

Mejorando la Interconexión Vial Lima-Sierra Central

En su lógico afán de interconectar vialmente a Lima con la sierra central, el Perú ha construido varias carreteras que apuntan a ello.


El mapa adjunto nos dice (ver de norte a sur) que éstas son cinco: la que parte de Huaura (o también Río Seco), se interna por Churín y Oyón y llega hasta Huánuco; la que parte de Chancay, pasa por Huaral y Acos y llega hasta Huayllay; la que se inicia en el noreste de Lima (Comas), enrumba hacia Canta, Huayllay y Unish y desemboca en Cerro de Pasco; la Carretera Central (que une la capital y La Oroya); y la que parte desde Cañete y llega hasta Huancayo.

De las cinco, la Carretera Central fue durante muchos años la única asfaltada y realmente transitable, y por ende la preferida por los miles de transportistas que hacen el trayecto mencionado, movilizando diariamente miles de pasajeros y de toneladas de carga. Pero eso llevó a su saturación, haciendo lento el desplazamiento, situación agravada por el hecho de que no se trata de una autopista, sino apenas de una calzada de dos carriles.

Además, la fuerte dependencia de esa única vía exponía a la capital a problemas de desabastecimiento en las épocas que intensas lluvias en la sierra provocaban aludes o huaicos capaces de bloquearla.


Afortunadamente, el año 2010 se dio un importante paso, tanto para atenuar el referido riesgo como para descongestionar la vía: la total pavimentación (ver foto de arriba) de la carretera de 272 kilómetros de largo Cañete-Huancayo, con una inversión de US$ 46 millones. Si bien ello no implicó un asfaltado de primer nivel, sino uno más sencillo (grava estabilizada con una emulsión asfáltica), ha permitido, gracias también a un adecuado trabajo de mantenimiento, poner a la vía en condiciones de transitabilidad sumamente aceptables.

Y ahora se viene dando otro paso de gran trascendencia, con el total asfaltado de una tercera vía, la de 206 kilómetros de largo que desde Lima enrumba hacia el noreste y, tras pasar por Canta, se dirige a Huayllay y luego a Unish, donde se interconecta con la Longitudinal de la Sierra, a escasa distancia de Cerro de Pasco.



En esta vía, el año, el tramo de 80 kilómetros entre Lima y Canta ya estaba asfaltado desde hace un buen número de años, pero ahora está siendo rehabilitado (ver dos fotos adjuntas) con una inversión de US$ 140 millones. El año 2010 ya se había concluido, con una inversión de US$ 22.5 millones, el tramo de 30 kilómetros entre Huayllay y Unish, que antes sólo se hallaba afirmado.

Es decir, únicamente quedaba por asfaltar el tramo de 96 kilómetros entre Canta y Huayllay, y eso es lo que va a comenzar a hacer a partir de los siguientes días el consorcio que en marzo del presente año se adjudicó la buena pro para construirlo. La obra, que demandará una inversión de US$ 150 millones y estará lista en dos años, obligará a éste a darle mantenimiento durante ocho años.

Por estar siendo construida con el mejor tipo de pavimento (asfalto en caliente), que le permitirá soportar tránsito pesado e intenso, la vía Lima-Canta-Unish se convertirá sin lugar a dudas en la principal alternativa a la Carretera Central.



En las otras carreteras también se viene haciendo importantes trabajos. En la que parte desde Río Seco, por ejemplo, se está efectuando el asfaltado a lo largo de 46 kilómetros, desde dicha localidad hasta Sayán, pasando por El Ahorcado. Lo mismo se está haciendo en el tramo entre Sayán y Churín, que se prevé completar en junio del 2015. A inicios del 2012 ya se había concluido el asfaltado (ver video) del tramo de 30 kilómetros entre Oyón y Churín.

En realidad, esta última vía es un componente fundamental del denominado Corredor Económico Central, que partiendo desde Lima no sólo llega hasta Cerro de Pasco, sino hasta Tingo María, en plena ceja de selva. Como tal, está siendo ofrecida por Proinversión al sector privado, para que éste, en el marco de una concesión, cofinancie con el Estado el tramo por construir (Oyón-Ambo) y luego explote y dé mantenimiento a la totalidad del corredor.


Como vemos, la comunicación terrestre entre la capital y la sierra central viene recibiendo importantes espaldarazos. Éstos beneficiarán a todos: a los transportistas que emplean las vías, a los productores, que podrán acceder más fluidamente a los mercados, y a los millones de consumidores, que, por efecto de tales circunstancias, gozarán de una mayor oferta de alimentos y de todo tipo de bienes.

http://desarrolloperuano.blogspot.com/2014/10/mejorando-la-conexion-vial-lima-sierra.html

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