Eso lo ha venido haciendo en el proceso de calibrar el lente de su cámara, el mismo que culminará en estos días.
La foto de la ciudadela de Machu Picchu aquí presentada corresponde a la parte inicial de tal proceso, pues fue captada en setiembre.
Mientras tanto, nuestro país ha estado recibiendo las imágenes captadas por la "constelación" o flota de satélites de que dispone el fabricante de nuestro aparato, que ha venido proporcionándoselas desde que se firmó el contrato de compra.
La primera, de octubre del año 2012, corresponde a la zona arqueológica de Chan Chan, cerca de la ciudad de Trujillo.
La segunda, de febrero del 2014, corresponde a Caral, la ciudad más antigua de América, situada al norte de la ciudad de Lima.
Y la tercera, de abril del mismo año, se refiere a Paramonga, la fortaleza inca ubicada al norte del departamento de Lima.
Cuando haya sido puesto a punto en cuanto a sus capacidades (lo que ya es inminente), el PeruSat-1 estará en condiciones de facilitar, a todas las instancias nacionales interesadas, fotos de igual o mayor nitidez que las mostradas, que les permitirán llevar a cabo de una manera expeditiva y adecuada los estudios e investigaciones que requieran. El acuerdo de compra señalaba que el satélite, por ser de alcance submétrico, sería capaz de captar con nitidez objetos que midieran 70 centímetros o más, por lo que estaremos pendientes de las fotos que el CNOIS (Centro Nacional de Operaciones de Imágenes Satelitales) difunda luego de haber culminado la fase de prueba e iniciado la plenamente operativa.
Pero, al margen de la resolución que puedan tener las imágenes, la verdadera ventaja para el Perú radicará en que ya no dependerá de fuentes externas para obtener las que necesita, pues su moderno vigía orbital se las brindará, referidas a cualquier punto del territorio nacional y en cualquier momento.
http://desarrolloperuano.blogspot.com/2016/11/machu-picchu-desde-el-perusat-1.html
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